Si Moore se jubila tras escribir Providence, lo habrá hecho tras escribir una obra maestra.

Nueva Inglaterra, 1919. Robert Black es un joven periodista, judío y gay,  que ansía escribir su primera novela.  Mientras viaja para documentarse escribe un diario que vamos leyendo de forma intertextual, combinándose con las viñetas. A lo largo de los dos volúmenes anteriores hemos acompañado al joven Black en sus investigaciones y su sorpresa al enfrentarse al otro lado de la realidad, experimentando la inquietud de mirar a nuestro alrededor ignorantes de qué cosas invisibles oculta la realidad visible.  Black nos enseña a investigar el mundo de Lovecraft, a enfrentarnos a los miedos del escritor y a disfrutar de las formas de vida que están más acá de los sueños.  

Providence es un ejercicio de horror cósmico sobre el que escribía HP Lovecraft, un homenaje a los mitos de Chtulhu y al misterio de nuestro mundo. Si no conoces la obra de Lovecraft  este cómic te resultará complejo, pero quizá te anime a leer los fabulosos y terroríficos textos del escritor que escribió para su epitafio que él era Providence.  Si ya conoces la obra de Lovecraft, querrás repasarla para acompañar a Black en sus pesquisas, en la inmersión en Innsmouth (confieso que cuando repaso mi miedo al recordar las escenas de las violaciones del Neonomicon o al releer a Lovecraft, me imagino a los habitantes de Innsmouth como a los personajes de Bob Esponja, con pantalones de raya diplomática , pecho de escamas y sombreretes  borsalinos) . Pero visiones aberrantes aparte, es un pasadizo a las sociedades secretas, a lo oculto, lo innombrable

Lo Innombrable comparte la técnica de casi todas las obras Moore (casi, no puedo con Promethea y lo he intentado, palabrita). El guión es ambicioso, vertiginoso, inquietante y finalmente, abrumador.  Pero para que el tebeo resulte extraordinario hace falta una ilustración análoga. Y lo es. Fabuloso el arte de Jacen Burrows  oigan. El exuberante reino de Lovecraft se detalla hasta la lágrima. Burrows es elegante cuando lo grotesco resulta incomprensible  y  desmesurado en las tinieblas opresivas de la imaginería lovecraftiana.

Providence, esa obra que nos enriquecerá con cada relectura.  Providence. Esa maravilla espeluznante.

Molaridad Nivel Dios (Primigenio)